El 30 de junio de 2010, la celebración
de la Semana Santa de Omate fue declarada como Patrimonio Cultural de la
Nación, mediante RDN 1434/INC-2010 en la clasificación de fiestas y
celebraciones rituales, por su riqueza de contenidos y originalidad, que
contribuyen a la afirmación de la identidad colectiva regional y nacional.
Esta
celebración inicia en el Domingo de Ramos, donde se escenifica el ingreso triunfal de Jesús a
Jerusalén. El viernes anterior, la réplica del Señor de las Piedades se
desplazará desde su iglesia en Quinistacas hasta el centro poblado de san Lino
de Omate. Aquí la santa imagen es colocada sobre un borrico, mientras que en
otro pollino más joven se carga en cestas grandes y alargadas frutas producidas
localmente. Estos transitan en procesión, recorriendo las principales calles
del centro poblado pasando debajo de más de un centenar de arcos de flores
naturales, de tela o de papel, entrelazados con hojas de palmera y ramas de
arbustos. En algunas esquinas los pobladores elaboran alfombras sobre el suelo,
usando flores o también aserrín teñido de colores. Las principales autoridades
sujetan las riendas del jumento y lo acompañan en el recorrido. De retorno a la
iglesia, reciben la bendición del párroco, ingresando la santa efigie en medio
de cánticos religiosos, alabanzas y fuegos artificiales.
El
Lunes Santo los adultos
realizan los ejercicios espirituales y se acercan a confesarse, actividades
seguidas por la celebración de la misa.
El
Martes Santo después de la misa
se lleva a cabo la procesión del Señor de las Piedades por las principales
calles de Omate.
El
Miércoles Santo se realiza la misa para
interceder por los enfermos, así como prosiguen los ejercicios espirituales con
los jóvenes, celebrándose posteriormente la santa misa. A partir de entonces se
inicia una espléndida procesión que escenifica el encuentro de Jesús y su Madre
camino al calvario. La imagen de Jesús de Nazaret sale en procesión cargado de
su cruz, lo acompañan las imágenes de la Virgen María, San Juan Bautista y
Verónica. El recorrido se desplaza por las principales calles de la ciudad. Una
cuadra antes de llegar a la plaza mayor, la procesión se divide: las imágenes
de Jesús y San Juan son escoltadas solamente por varones, mientras Recorrido
del Señor de las Piedades de Quinistacas en el centro poblado de Omate en el
año 2016, bajo más de un centenar de coloridos arcos florales. Escenificación
del momento del encuentro de Jesús cargando la cruz de camino al Calvario con
su madre la Virgen María que las imágenes de la Virgen María y Verónica son
acompañadas solo por mujeres, para luego ingresar a la plaza mayor
contemporáneamente. Al aparecer la imagen de Jesús, las andas de la Verónica que
cargan sólo mujeres jóvenes sale a su encuentro, rememorando el momento en que
ésta limpió su rostro ensangrentado. A los pocos momentos el anda con la Virgen
María se aproxima hasta encontrarse con la de su hijo. Una vez que están
próximas, ambas andas son apoyadas en el suelo sobre una inmensa alfombra de
flores elaborada por la Policía Nacional. Seguidamente las andas son inclinadas
para que sus rostros se acerquen, dando la impresión que María acariciara y
consolara a su hijo, permaneciendo así por espacio de siete minutos, mientras
todos oran con gran recogimiento. A continuación las imágenes son separadas y
se dirigen en procesión al templo.
Inicia
el Jueves Santo con la celebración de la Misa Crismal, en la que el Padre de la parroquia de
San Lino procede a la bendición del Santo Crisma, el óleo de los enfermos, que
se utiliza para ungirlos. También es el día del lavado de los pies a los
ancianos y de la escenificación de la Última Cena. Por la tarde los mayordomos
acompañados por sus familiares varones y devotos, cargan y clavan en el suelo
los dos palos mayores para la construcción de cada una de las siete posas. En
algunos casos aprovechan los buzones del alcantarillado que hay en las calles
para darle mayor estabilidad, ya que estos largueros suelen tener entre 18 y 25
m de longitud. También es el tiempo de preparar toda la madera que será
necesaria para el armado de estos altares escalonados denominados posas, que
son estaciones en las cuales se “posan” las andas en el suelo para un momento
de plegarias, cánticos y sahumerios antes de continuar con el recorrido
procesional.
Procesión
del Santo Sepulcro en la noche del Viernes Santo. Las andas se detienen en cada una de
las siete posas para la bendición de la posa y las oraciones que acompañan. 1 2
8 días. Este es el momento del agasajo ofrecido por los devotos, con abundancia
de comida y bebida, mientras que la banda de músicos los acompaña en todo
momento.
En
horas de la mañana del Viernes Santo se realiza la escenificación del Vía
Crucis, que inicia en
el sector de las 200 Millas, el cual recorre las principales calles del
poblado, culminando con la “Crucifixión” en la Plaza de Armas. Mientras tanto
los responsables de la 1. Mayordomo responsable de una de las siete posas
cargando los largueros mayores acompañado por otros devotos, en la calle del
lado de la Epístola de la iglesia de san Lino de Omate. 2. Los largueros son
anclados en el suelo cavando un hoyo o si está disponible, usando los buzones
del alcantarillado de la calle, lo que le otorga mayor estabilidad. Imágenes:
Julio Stevens Riojas, 2010. 1 2 6 construcción las posas, trabajan arduamente
en su ensamblado, que tarda dos días en completarse. Las posas que se
estructuran son siete e instaladas en las esquinas destinadas a las estaciones
de la procesión del Santo Sepulcto. Estas posas son las siguientes: 1. de los
caseríos de Laje, Tamaña y Linchaypampa; 2. de los anexos de Chichilin y
Challaguayo; 3. de Omate y su anexo Cogri; 4. de los anexos de San Francisco,
San Juan de Dios, Urinay y Moromoro; 5. del caserío de Amata; 6. Quinistacas y
7. de los anexos de Escobaya y Colohuachi. En cada una de ellas se emplean más
de 200 palos de madera que pueden ser de molle, eucalipto, sauce o huarango.
También se requiere cientos de metros de cuerdas de cabuya y bancas de madera.
Para la construcción de las posas se necesita de tres “poseros”, de los cuales
el primero es denominado Cabecilla, porque se encarga del ensamblado de la
parte central, el segundo se encarga del ala derecha y el tercero del ala
izquierda. El armado es como una escalera ascendente estructurada con palos
amarrados, donde cada grada es una tabla o banca de madera. Algunas llegan a
tener más de 30 gradas.
Una vez concluido y asegurado el armado
se procede a vestirlas con paños de colores negro y blanco, en señal de luto
por la muerte de Jesucristo. En cada una de las gradas se colocan tres cuadros
con imágenes de Jesús, la Virgen María y los santos, que pueden incluir algunas
advocaciones americanas como la Virgen de Chapi o la presencia de santos
virreinales como santa Rosa de Lima. Se completa la posa con una mesa de altar
en la base, arcos florales, alfombras de flores e iluminación con luces de
colores, todo ello a la espera de la procesión del Santo Sepulcro, que sale
después de la celebración litúrgica de las siete palabras, alrededor de las
8:30 de la noche. Las autoridades deben llevar cintas negras del Santo Sepulcro
y la hermandad de luto carga el anda con el Cristo yacente. Es una procesión de
profundo recogimiento, en el que los participantes acompañan el Santo Sepulcro
en su recorrido por las estaciones, acompañados por una banda de músicos, San
Lino de Omate, armado de las siete posas para la procesión del Santo Sepulcro
en la noche del Viernes Santo. Algunas de ellas superan los 20 m de altura y
cuentan con más de 30 gradas, deteniéndose en cada una de las siete posas para
un breve descanso. En las primeras horas de la madrugada del sábado, ingresa la
procesión en la iglesia de san Lino.
El
Sábado de Gloria es el día que recuerda el paso de Jesucristo entre la muerte y
la resurrección. Por la
mañana sale en procesión la Virgen Dolorosa, en un recorrido en sentido
contrario a la procesión del Santo Sepulcro, con la finalidad de borrar los
pasos de su hijo de posa en posa. A las 10 de la noche se celebra la solemne
Vigilia Pascual en la iglesia de san Lino. Cuando finaliza ésta cerca de la
medianoche, se anuncia la resurrección con un repique de campanas. En este momento,
las telas negras de las posas son retiradas, exhibiendo en su lugar telas de
color rojo encendido, que simbolizan la resurrección. Hay un sentimiento de
alegría y fiesta en las personas congregadas junto a sus posas.
En las primeras horas del Domingo de Pascua sale la Procesión del Santísimo Sacramento bajo un palio, deteniéndose en las siete posas para para bendecirlas, así como a los “poseros” y devotos congregados en cada una de ellas. A las diez de la mañana inicia la misa pascual con la asistencia de toda la comunidad omateña. Finalizada la misa, las autoridades recorren todas las “posas” y se degusta el chimbango de dos y tres higos, también se brinda con pisco y vino y se firma el acta de mayordomos y devotos para el siguiente año. El chimbango es la chicha fermentada de higos secos, para lo cual además de los higos se requiere de agua hervida, concho de otro chimbango o chicha de jora, marlo de choclo negro y vasijas de barro para la preparación, la misma que dura entre 15 y 20 1. Posa vestida con paños de luto en colores negro y blanco, adornada con arcos florales, ramas verdes de arbustos e iluminada en los costados con bombillos de luz. En cada grada se colocan tres cuadros de diversas advocaciones, pudiendo superar el centenar en cada una de ellas.