7 de abril de 2021

ANTECEDENTES DE PATRIMONIO CULTURAL DE LA NACION SEMANA SANTA EN OMATE PROVINCIA GENERAL SANCHEZ CERRO MOQUEGUA

ANTECEDENTES DE PATRIMONIO CULTURAL DE LA NACION SEMANA SANTA EN OMATE PROVINCIA GENERAL SANCHEZ CERRO MOQUEGUA

El 30 de junio de 2010, la celebración de la Semana Santa de Omate fue declarada como Patrimonio Cultural de la Nación, mediante RDN 1434/INC-2010 en la clasificación de fiestas y celebraciones rituales, por su riqueza de contenidos y originalidad, que contribuyen a la afirmación de la identidad colectiva regional y nacional.

Esta celebración inicia en el Domingo de Ramos, donde se escenifica el ingreso triunfal de Jesús a Jerusalén. El viernes anterior, la réplica del Señor de las Piedades se desplazará desde su iglesia en Quinistacas hasta el centro poblado de san Lino de Omate. Aquí la santa imagen es colocada sobre un borrico, mientras que en otro pollino más joven se carga en cestas grandes y alargadas frutas producidas localmente. Estos transitan en procesión, recorriendo las principales calles del centro poblado pasando debajo de más de un centenar de arcos de flores naturales, de tela o de papel, entrelazados con hojas de palmera y ramas de arbustos. En algunas esquinas los pobladores elaboran alfombras sobre el suelo, usando flores o también aserrín teñido de colores. Las principales autoridades sujetan las riendas del jumento y lo acompañan en el recorrido. De retorno a la iglesia, reciben la bendición del párroco, ingresando la santa efigie en medio de cánticos religiosos, alabanzas y fuegos artificiales.

El Lunes Santo los adultos realizan los ejercicios espirituales y se acercan a confesarse, actividades seguidas por la celebración de la misa.

El Martes Santo después de la misa se lleva a cabo la procesión del Señor de las Piedades por las principales calles de Omate.

El Miércoles Santo se realiza la misa para interceder por los enfermos, así como prosiguen los ejercicios espirituales con los jóvenes, celebrándose posteriormente la santa misa. A partir de entonces se inicia una espléndida procesión que escenifica el encuentro de Jesús y su Madre camino al calvario. La imagen de Jesús de Nazaret sale en procesión cargado de su cruz, lo acompañan las imágenes de la Virgen María, San Juan Bautista y Verónica. El recorrido se desplaza por las principales calles de la ciudad. Una cuadra antes de llegar a la plaza mayor, la procesión se divide: las imágenes de Jesús y San Juan son escoltadas solamente por varones, mientras Recorrido del Señor de las Piedades de Quinistacas en el centro poblado de Omate en el año 2016, bajo más de un centenar de coloridos arcos florales. Escenificación del momento del encuentro de Jesús cargando la cruz de camino al Calvario con su madre la Virgen María que las imágenes de la Virgen María y Verónica son acompañadas solo por mujeres, para luego ingresar a la plaza mayor contemporáneamente. Al aparecer la imagen de Jesús, las andas de la Verónica que cargan sólo mujeres jóvenes sale a su encuentro, rememorando el momento en que ésta limpió su rostro ensangrentado. A los pocos momentos el anda con la Virgen María se aproxima hasta encontrarse con la de su hijo. Una vez que están próximas, ambas andas son apoyadas en el suelo sobre una inmensa alfombra de flores elaborada por la Policía Nacional. Seguidamente las andas son inclinadas para que sus rostros se acerquen, dando la impresión que María acariciara y consolara a su hijo, permaneciendo así por espacio de siete minutos, mientras todos oran con gran recogimiento. A continuación las imágenes son separadas y se dirigen en procesión al templo.

Inicia el Jueves Santo con la celebración de la Misa Crismal, en la que el Padre de la parroquia de San Lino procede a la bendición del Santo Crisma, el óleo de los enfermos, que se utiliza para ungirlos. También es el día del lavado de los pies a los ancianos y de la escenificación de la Última Cena. Por la tarde los mayordomos acompañados por sus familiares varones y devotos, cargan y clavan en el suelo los dos palos mayores para la construcción de cada una de las siete posas. En algunos casos aprovechan los buzones del alcantarillado que hay en las calles para darle mayor estabilidad, ya que estos largueros suelen tener entre 18 y 25 m de longitud. También es el tiempo de preparar toda la madera que será necesaria para el armado de estos altares escalonados denominados posas, que son estaciones en las cuales se “posan” las andas en el suelo para un momento de plegarias, cánticos y sahumerios antes de continuar con el recorrido procesional.

Procesión del Santo Sepulcro en la noche del Viernes Santo. Las andas se detienen en cada una de las siete posas para la bendición de la posa y las oraciones que acompañan. 1 2 8 días. Este es el momento del agasajo ofrecido por los devotos, con abundancia de comida y bebida, mientras que la banda de músicos los acompaña en todo momento.

En horas de la mañana del Viernes Santo se realiza la escenificación del Vía Crucis, que inicia en el sector de las 200 Millas, el cual recorre las principales calles del poblado, culminando con la “Crucifixión” en la Plaza de Armas. Mientras tanto los responsables de la 1. Mayordomo responsable de una de las siete posas cargando los largueros mayores acompañado por otros devotos, en la calle del lado de la Epístola de la iglesia de san Lino de Omate. 2. Los largueros son anclados en el suelo cavando un hoyo o si está disponible, usando los buzones del alcantarillado de la calle, lo que le otorga mayor estabilidad. Imágenes: Julio Stevens Riojas, 2010. 1 2 6 construcción las posas, trabajan arduamente en su ensamblado, que tarda dos días en completarse. Las posas que se estructuran son siete e instaladas en las esquinas destinadas a las estaciones de la procesión del Santo Sepulcto. Estas posas son las siguientes: 1. de los caseríos de Laje, Tamaña y Linchaypampa; 2. de los anexos de Chichilin y Challaguayo; 3. de Omate y su anexo Cogri; 4. de los anexos de San Francisco, San Juan de Dios, Urinay y Moromoro; 5. del caserío de Amata; 6. Quinistacas y 7. de los anexos de Escobaya y Colohuachi. En cada una de ellas se emplean más de 200 palos de madera que pueden ser de molle, eucalipto, sauce o huarango. También se requiere cientos de metros de cuerdas de cabuya y bancas de madera. Para la construcción de las posas se necesita de tres “poseros”, de los cuales el primero es denominado Cabecilla, porque se encarga del ensamblado de la parte central, el segundo se encarga del ala derecha y el tercero del ala izquierda. El armado es como una escalera ascendente estructurada con palos amarrados, donde cada grada es una tabla o banca de madera. Algunas llegan a tener más de 30 gradas.

Una vez concluido y asegurado el armado se procede a vestirlas con paños de colores negro y blanco, en señal de luto por la muerte de Jesucristo. En cada una de las gradas se colocan tres cuadros con imágenes de Jesús, la Virgen María y los santos, que pueden incluir algunas advocaciones americanas como la Virgen de Chapi o la presencia de santos virreinales como santa Rosa de Lima. Se completa la posa con una mesa de altar en la base, arcos florales, alfombras de flores e iluminación con luces de colores, todo ello a la espera de la procesión del Santo Sepulcro, que sale después de la celebración litúrgica de las siete palabras, alrededor de las 8:30 de la noche. Las autoridades deben llevar cintas negras del Santo Sepulcro y la hermandad de luto carga el anda con el Cristo yacente. Es una procesión de profundo recogimiento, en el que los participantes acompañan el Santo Sepulcro en su recorrido por las estaciones, acompañados por una banda de músicos, San Lino de Omate, armado de las siete posas para la procesión del Santo Sepulcro en la noche del Viernes Santo. Algunas de ellas superan los 20 m de altura y cuentan con más de 30 gradas, deteniéndose en cada una de las siete posas para un breve descanso. En las primeras horas de la madrugada del sábado, ingresa la procesión en la iglesia de san Lino.

El Sábado de Gloria es el día que recuerda el paso de Jesucristo entre la muerte y la resurrección. Por la mañana sale en procesión la Virgen Dolorosa, en un recorrido en sentido contrario a la procesión del Santo Sepulcro, con la finalidad de borrar los pasos de su hijo de posa en posa. A las 10 de la noche se celebra la solemne Vigilia Pascual en la iglesia de san Lino. Cuando finaliza ésta cerca de la medianoche, se anuncia la resurrección con un repique de campanas. En este momento, las telas negras de las posas son retiradas, exhibiendo en su lugar telas de color rojo encendido, que simbolizan la resurrección. Hay un sentimiento de alegría y fiesta en las personas congregadas junto a sus posas.

En las primeras horas del Domingo de Pascua sale la Procesión del Santísimo Sacramento bajo un palio, deteniéndose en las siete posas para para bendecirlas, así como a los “poseros” y devotos congregados en cada una de ellas. A las diez de la mañana inicia la misa pascual con la asistencia de toda la comunidad omateña. Finalizada la misa, las autoridades recorren todas las “posas” y se degusta el chimbango de dos y tres higos, también se brinda con pisco y vino y se firma el acta de mayordomos y devotos para el siguiente año. El chimbango es la chicha fermentada de higos secos, para lo cual además de los higos se requiere de agua hervida, concho de otro chimbango o chicha de jora, marlo de choclo negro y vasijas de barro para la preparación, la misma que dura entre 15 y 20 1. Posa vestida con paños de luto en colores negro y blanco, adornada con arcos florales, ramas verdes de arbustos e iluminada en los costados con bombillos de luz. En cada grada se colocan tres cuadros de diversas advocaciones, pudiendo superar el centenar en cada una de ellas.




 

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